El término arbitrista se refiere a una persona que elabora planes o proyectos que suelen ser considerados disparatados o poco realistas, con la intención de mejorar la hacienda pública o el bienestar del país.
Estos individuos, a menudo, proponen soluciones empíricas que pueden carecer de fundamento sólido, pero reflejan un deseo de contribuir a la mejora social y económica.
Su enfoque puede ser visto como creativo, aunque a veces impráctico.