El término archero se refiere a un tipo de soldado que desempeñó un papel importante en la historia militar de España.
Originalmente, se trataba de un guardián de la casa de Borgoña, traído a Castilla por Carlos V, lo que refleja su conexión con la nobleza y la protección de la realeza.
Además, el archero también formaba parte de la compañía del preboste, destacándose por su habilidad en el uso del arco y su lealtad en el servicio militar.