La palabra ardideza se refiere a una cualidad que implica maña, astucia y sagacidad.
Aunque su uso es considerado anticuado y se encuentra en desuso, evoca la habilidad de actuar con ingenio y perspicacia en diversas situaciones.
Este término refleja una forma de inteligencia práctica que, aunque menos común hoy en día, sigue siendo relevante en el estudio del lenguaje y la historia.