La arecaína es un alcaloide que se extrae de la nuez de areca, una planta originaria de regiones tropicales.
Este compuesto químico tiene propiedades psicoactivas y se ha utilizado tradicionalmente en diversas culturas, especialmente en Asia, como parte de rituales y prácticas sociales.
Su consumo puede provocar efectos estimulantes, lo que la convierte en un tema de interés tanto en la química como en la antropología.