El término arenal se refiere, en su primera acepción, a un suelo compuesto de arena que puede ser movedizo, lo que implica que su consistencia puede cambiar fácilmente.
En una segunda acepción, designa un terreno que presenta características arenosas, siendo común en playas o desiertos.
Ambos significados resaltan la naturaleza particular de estos espacios, donde la arena juega un papel fundamental en su formación y uso.