Las arenas movedizas son una mezcla de partículas sueltas y agua que forman una masa deslizante incapaz de soportar el peso de personas y animales.
Su textura fina, a menudo con arcilla o carbonato cálcico, les permite retener agua y se encuentran sobre materiales impermeables.
Aunque se ha exagerado su peligrosidad en relatos de aventuras, quienes caen en ellas deben mantener la calma y tenderse horizontalmente para salir con éxito.
Arenas ligeras, sueltas, compuestas de partículas redondeadas mezcladas con tal cantidad de agua que forman una masa deslizante incapaz de soportar el peso de hombres y animales. Suelen ser de textura muy fina y frecuentemente contienen arcilla o carbonato càlcico, cuya presencia aumenta su aptitud para retener agua. Corrientemente descansan sobre arcillas, pizarras u otros materiales impermeables que impiden la filtración del agua. Algunas de las llamadas arenas movedizas son simplemente fango cubierto por una delgada capa de arena. Aunque absorben con bastante rapidez los objetos pesados, se ha exagerado mucho el peligro que suponen para el hombre y los animales, posiblemente a causa de la impresión creada por las novelas y relatos sobre peligrosas aventuras, generalmente fantásticas, en las arenas movedizas. Las personas atrapadas en ellas deben procurar tenderse horizontalmente boca arriba y no forcejear. Los ingenieros que se ven obligados a trabajar en arenas movedizas suelen congelarlas inyectando en la arena salmuera a temperaturas inferiores al punto de congelación del agua.