Roca que contiene arcilla, limo, barro o una mezcla de estas substancias endurecidas. Se parece mucho a una arcilla endurecida por su origen, minerales que la componen y apariencia general, pero es mucho más dura y densa (ver: Pizarra).
La roca suele estar cementada con sílice o un compuesto de sílice y hierro. Aunque la textura de la roca es de grano fino, está ligeramente metamorfizada (v. Metamorfismo), lo que se traduce en recristalización y crecimiento de los granos.
Se presenta con diversos colores, de los que los más comunes son blanco, gris, verde y rojo. Lo mismo que las arcillas endurecidas, las argilitas conservan perfectamente la impronta del medio ambiente; así exhiben vivos glaciarios, ondulaciones de marea y fisuras de lodo. Véase Roca.
Las argilitas son rocas sedimentarias que se forman principalmente a través de la acumulación y compactación de sedimentos compuestos por arcilla, limo, barro y otras sustancias de origen detrítico. Estos sedimentos se depositan en cuencas de sedimentación donde las condiciones son favorables para su acumulación.
A medida que se acumulan los sedimentos, el peso de las capas superiores ejerce presión sobre las inferiores, lo que provoca la compactación de los sedimentos y su gradual transformación en rocas. Durante este proceso de compactación, los poros intersticiales se reducen y los minerales arcillosos se reorganizan, formando una matriz sólida que le confiere a las argilitas su dureza y densidad.
La presencia de sílice y compuestos de sílice y hierro en la argilita juega un papel fundamental en su cementación. Estos minerales actúan como agentes ligantes, uniendo los fragmentos de arcilla, limo y barro y solidificando la roca. Como resultado, las argilitas adquieren una textura de grano fino, aunque ligeramente metamorfizada debido a las condiciones de presión y temperatura a las que han sido sometidas.
Una característica destacada de las argilitas es su vivida preservación de las condiciones ambientales en las que se formaron. A través de sus estructuras sedimentarias, como glaciarios, ondulaciones de marea y fisuras de lodo, estas rocas nos proporcionan valiosa información acerca de los procesos geológicos y climáticos que tuvieron lugar en el pasado.
En cuanto a su color, las argilitas pueden presentar una amplia gama de tonalidades, siendo las más comunes el blanco, el gris, el verde y el rojo. Estas variaciones cromáticas se deben a los diferentes minerales presentes en la roca, así como a posibles procesos de oxidación y alteración química a lo largo del tiempo.
En conclusión, las argilitas son rocas sedimentarias duras y densas compuestas por arcilla, limo, barro y sustancias similares. Su formación se produce a través de la acumulación de sedimentos y su posterior compactación y cementación. Estas rocas presentan una textura de grano fino y conservan de manera excepcional las características del medio ambiente en el que se formaron. Se caracterizan por su amplia diversidad cromática y su importancia como indicadores geológicos y paleoambientales.