El término arijo o arija se refiere a un tipo de tierra que se caracteriza por ser delgada y de fácil cultivo.
Este tipo de suelo es ideal para la agricultura, ya que permite un crecimiento más ágil de las plantas debido a su buena aireación y capacidad de retención de nutrientes.
Su uso es fundamental en prácticas agrícolas, donde la calidad del suelo influye directamente en la productividad de los cultivos.