El término armenias, matanzas se refiere a las atrocidades cometidas contra la comunidad armenio en Turquía entre 1894 y 1922, durante una persecución sistemática por parte de las autoridades turcas.
En un contexto de decadencia del Imperio Otomano y rivalidades políticas entre potencias como Gran Bretaña y Rusia, el nacionalismo armenio emergió, llevando a una serie de violentas matanzas que continuaron a pesar de las protestas internacionales.
Dícese de las llevadas a cabo en Turquía en el curso de la persecución sistemática dirigida por sus autoridades contra la minoría armenia entre los años 1894 y 1922. En el citado país convivían hacia 1894 con los musulmanes alrededor de 2500000 cristianos armenios, que formaban una comunidad religiosa bajo la autoridad de su propio patriarca de Constantinopla. La decadencia general del Imperio turco provocó la rivalidad política entre Gran Bretaña y Rusia, deseosas de llenar el vacío que la debilidad turca dejaba en el Oriente Medio. Ambas potencias trataban de adscribirse la tutela y protección de las minorías cristianas con fines políticos. En tales circunstancias despertó el nacionalismo armenio y algunos de sus cabecillas adoptaron métodos revolucionarios.
Las subsiguientes matanzas de armenios por los turcos, iniciadas en 1894, continuaron en años sucesivos a pesar de las protestas de las potencias europeas. Al final cesó la persecución para estallar de nuevo en 1909 durante el intento contrarrevolucionario que siguió a la aparición del partido de los «Jóvenes Turcos» en 1908. Las atrocidades más abominables, sin embargo, ocurrieron durante la I Guerra Mundial y después de la misma. El recelo con que Turquía miraba a Armenia provocó nuevas matanzas y deportaciones. Desgraciadamente, los Aliados anunciaron objetivos de guerra que atrajeron a los armenios e hicieron despertar furiosamente el nacionalismo turco. Al final del conflicto los Aliados intentaron formar una República armenia en que entraran no sólo la Armenia rusa, sino también porciones de territorio turco. El ejército turco desbarató, sin embargo, con rapidez la nueva República. Las matanzas y deportaciones no cesaron hasta 1922 y la mayor parte de los supervivientes huyeron a otros países. Con todo ello dejó de existir prácticamente la minoría armenia, ya que apenas pasan de 60000 sus componentes en la actual Turquía. Véase Armenia, Historia; Turquía, Historia.