La palabra armila se refiere a un elemento arquitectónico que forma parte de la base de una columna.
Este componente es esencial en la estructura, ya que proporciona soporte y estabilidad, además de contribuir a la estética del diseño.
En el contexto de la arquitectura, la armila juega un papel importante en la conexión entre la columna y el resto de la edificación, resaltando su función tanto funcional como decorativa.