El arminianismo es un sistema teológico que surge de las enseñanzas de Jacobo Arminius y se desarrolla por sus discípulos como respuesta al calvinismo ortodoxo.
En su Manifiesto de 1610, se establecen principios fundamentales que destacan la importancia de la misericordia y la gracia divinas, condicionadas a la fe y el arrepentimiento.
Además, sostiene que la expiación de Cristo es universal, y que el ser humano tiene la capacidad de resistir la gracia de Dios, aunque esta sea suficiente para el triunfo del bien.
Sistema teológico fundado por Jacobo Arminius y desarrollado después de su muerte por sus discípulos Johan Uyttenbogaert (1557-1644) y Simón Episcopius (1583-1643) como protesta contra el rigor del Calvinismo ortodoxo. Sus principios esenciales fueron formulados en un Manifiesto redactado en 1610 para su presentación a los estados de Holanda, en que se declara: 1) que la misericordia y la gracia divinas están condicionadas a la fe y el arrepentimiento, no que se reserven estos beneficios a un grupo elegido absolutamente predestinado; 2) que la expiación de Cristo es universal, es decir, que murió por todos, no solamente por los elegidos, aunque sea necesaria la fe para recibir esta bendición universal;.
3) que el hombre ha de ser regenerado por el Espíritu Santo para poder realmente realizar actos buenos;
4) que la gracia de Dios es necesaria al hombre, pero que éste es capaz de resistirse a ella; y 5) que la gracia de Dios es suficiente para asegurar el triunfo del bien en el hombre. El último punto fue modificado por seguidores posteriores para dar cabida al principio de que el hombre bueno puede apartarse de la gracia.
Al manifiesto salieron al paso los calvinistas con un enérgico Antimanifiesto. Después de varias discusiones infructuosas, los Estados de Holanda, en enero de 1614, publicaron un edicto de tolerancia plena para ambas partes. No por ello cesó la lucha, sin embargo. Mauricio de Orange aprovechó las pasiones de la mayoría para aplastar a sus rivales del partido republicano, cuyos jefes comulgaban con el arminianismo. Varios arminianos fueron condenados a muerte, como Jan van Olden Barnaveldt; otros, como Hugo Grocio, fueron encarcelados. En estas circunstancias se celebró el Sínodo de Dort (1618-19), que publicó una nueva exposición de los principios calvinistas. Fue condenado el arminianismo y trescientos arminianos fueron exonerados de sus cargos públicos. Como consecuencia de esta decisión, el partido derrotado buscó refugio en el extranjero, si bien, a la muerte de Mauricio (1625), fue de nuevo tolerado en Holanda.
A medida que disminuyó el carácter calvinista de la Iglesia holandesa, el testimonio separado de los arminianistas se hizo menos necesario; actualmente los miembros de la secta son escasos, salvo en Rotterdam y Amsterdam. El movimiento de Wesley proporcionó al arminianismo, por lo menos en Inglaterra, una nueva perspectiva de vida. El metodismo aparece como un arminianismo transformado. Por basarse en la doctrina del libre albedrío, opuesta a la de la predestinación, el arminianismo ha ganado incluso partidarios entre el moderno clero presbiteriano, cuyas ideas originales fueron calvinistas.