La arquitectura de las mezquitas refleja las necesidades del servicio religioso en el islam.
Estas edificaciones, que suelen tener una planta rectangular, se caracterizan por la presencia de alminares, torres esbeltas que llaman a la oración.
El diseño incluye un amplio patio con fuentes para las abluciones, y su interior se organiza en naves separadas por columnas o pilares.
Elementos como la cubierta varían según el clima, adaptándose a las condiciones locales.
arquitectura de las mezquitas
La forma de las mezquitas mahometanas aparece dictada enteramente por las necesidades del servicio religioso. Flanquean el exterior del edificio principal de uno a cuatro alminares, altas y esbeltas torres desde las que se convoca a los fieles a la oración. Es famosa la Giralda de Sevilla, antiguo alminar de la mezquita mayor de la ciudad, construido de ladrillo. La mezquita tiene cubierta plana en los países secos, cubiertas inclinadas en los lluviosos. Su planta suele ser rectangular, cerrada por tres lados y abierta por arcos por el cuarto a un amplio patio, a los que los árabes conceden gran importancia. En ellos hay siempre, por lo menos, una fuente donde los fieles practican sus abluciones antes de penetrar en el interior del templo; otras veces existe un edificio anejo, la casa del levantarlo, con el mismo fin, y letrinas. Columnas o pilares dividen las mezquitas de alguna importancia en múltiples naves. Las arquerías unas veces se disponen paralelamente al muro llamado de la quibla, en el que está el mihrab, que siempre se orienta en dirección a La Meca, considerada sagrada como cuna de Mahoma y sede de la piedra negra de la Kaaba. En otras ocasiones, como en las mezquitas de la España islámica (Al Andalus), las arquerías son perpendiculares a dicho muro. El interior carece de bancos o asientos, por lo que cada devoto musulmán lleva consigo la esterilla que ha de servirle para arrodillarse. La primitiva mezquita de Almutasin, en el desierto de Mesopotamia, pertenece al tipo sencillo de una sola arquería; la de Ibn-Tulun, en El Cairo, posee hasta cinco, mientras que la primitiva de Córdoba (786) tiene once naves, aumentadas más tarde. En ella se da además la circunstancia de que los arcos son dobles: uno inferior, de herradura, sustentado por columnas, y otro superior, de medio punto, apeado en pilastras levantadas sobre columnas. Los arcos están construidos con dovelas alternadas de piedra y ladrillo. Muchas de las columnas proceden de la antigua iglesia visigoda de San Vicente. Las mezquitas posteriores, como la de Solimán (s. xvi), en
Estambul, se forman por una serie de cúpulas super-puestas. Las mezquitas persas del siglo xvi presentan a veces cúpulas cónicas retorcidas, con franjas alternas de piedra clara y obscura que las da aspecto fantástico de palacios de Las mil y una noches.
En la India se encuentra el célebre Taj Mahal, no mezquita, sino mausoleo. Se construyó en memoria de la esposa favorita del Sh'ah Tehan. Comenzado en 1632, se emplearon en su construcción 1000 hombres durante 21 años. Cúpulas y alminares son todos de un blanco resplandeciente. Colocado en medio de estanques y jardines, es uno de los más sugestivos y famosos monumentos del mundo.
