El arte en Burgos se manifiesta de manera excepcional, destacando su imponente Catedral, una joya del gótico que atrae admiración mundial.
Iniciada en 1221, esta obra maestra alberga el cimborrio octogonal y los restos del Cid Campeador.
Además, la ciudad cuenta con otros templos notables, como San Nicolás de Bari y San Gil, que enriquecen su patrimonio artístico y cultural, reflejando la grandeza de la historia medieval de Castilla.
arte en Burgos (ciudad)
Culmina el arte burgalés en su Catedral, una de las mayores maravillas del arte gótico catedralicio no sólo de España sino del mundo entero. Fernando III colocó la primera piedra en 1221 y en 30 años se construyó lo más importante. Del siglo xv son las bellísimas agujas de sus torres y la espléndida Capilla del Condestable. El cimborrio octogonal pertenece al siglo xvi. Bajo el crucero reposan, como reliquia inapreciable de la Castilla del Medievo, los restos del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena. Deslumbra la Catedral por su magnífico exterior y por el alarde arquitectónico y escultórico de sus fachadas y puertas. El interior sobrecoge por su grandiosidad, con sus infinitas estatuas y retablos tan notables como los de las capillas de Santa Ana y del Condestable, sepulcros y cuadros.
Burgos cuenta con otros templos bellísimos como San Nicolás de Bari, de fines del siglo xv, con un gran retablo de piedra, esculpido por Francisco de Colonia; el de San Gil, con una escultura de «La Dolorosa», obra de Gregorio Fernández; el de San Lesmes, con un retablo que algunos han atribuido a Gil de Siloé; el de Santa Águeda o Santa Gadea, que en su estado actual es gótico y en cuyo solar se dice haber tomado juramento el Cid al rey Alfonso VI de no haber tomado parte en la muerte de su hermano Sancho II.
En el arte civil cuenta Burgos con edificios muy interesantes, entre los que destacan la famosa Casa del Cordón, llamada así por tener el Cordón de San Francisco labrado en su fachada, que se remonta a la época de los Reyes Católicos, quienes recibieron aquí a Cristóbal Colón a la vuelta de su segundo viaje a América, y el famoso Arco de Santa María, que servía de entrada a la ciudad y tiene esculturas del siglo xvi.
Muy próximo a Burgos está el Monasterio de las Huelgas; el arte románico y el gótico tienen aquí ejemplos en los claustros, la torre, el pórtico exterior; junto a varios sepulcros de reyes hay algunas maravillosas obras de arte, armas, telas y joyas reales, como el famoso Pendón de las Navas.
La Cartuja de Miraflores, muy cercana también, ofrece el doble interés de su excepcional valor artístico y de su noble ambiente de fe y de sosiego. Fue fundada por Juan II, el rey poeta, y construida por Juan y Simón de Colonia. En su iglesia, de hermosa traza gótica, sobresale e impresiona el gran retablo, debido a Gil de Siloé y Diego de la Cruz. De belleza deslumbrante son también los sepulcros en alabastro del rey Juan II y su esposa Doña Isabel de Portugal, así como el del Infante Don Alfonso, labrados por Gil de Siloé. Los estilos gótico florido y renacimiento se acusan en la sillería del coro. En una capilla interior, la de San Bruno, impresiona profundamente por su extraordinario realismo una escultura del fundador de la Orden, en madera policromada, obra del portugués Manuel Pereira (siglo xvi).
Como complemento a su valor artístico y monumental y su creciente importancia económica, la vida cultural de Burgos se manifiesta pujante en una serie de centros docentes: un magnífico seminario, dos Escuelas del Magisterio, Instituto de Enseñanza Media, Escuelas de Comercio, Elemental de Trabajo y Municipal de Música, Academia Militar de Ingenieros y varias bibliotecas. Es además Burgos uno de los principales centros militares de España, con representación de todas las Armas del Ejército.