Los ascensores de minas son sistemas diseñados para transportar personas y materiales a grandes profundidades en el interior de las minas.
A diferencia de los ascensores convencionales, estos dispositivos suelen operar con un tambor de arrollamiento o máquinas de tracción, alcanzando velocidades superiores.
Su diseño incluye cables que, aunque menos gruesos en ciertas secciones, garantizan la seguridad necesaria para el transporte en entornos extremos.
En general se basan en la acción de un tambor de arrollamiento, aunque en algunas instalaciones se emplean máquinas de tracción. Por regla general, sus velocidades son mayores que las de los ascensores ordinarios para personas o carga. Dadas las grandes profundidades a que operan, los cables reúnen condiciones de seguridad inferiores. En la mayoría de los casos van provistos de un solo cable de maniobra. En las minas de extrordinaria profundidad se utilizan cables de sección gradualmente disminuida, de modo que el extremo que sujeta la jaula es mucho menos grueso que el enrollado al tambor. Con ello se aminora el peso total del cable sin mengua de la seguridad, ya que normalmente el índice de la misma tomado en el punto en que el cable se arrolla al tambor es uniforme, independientemente de la posición de la jaula. En efecto, la sección transversal del cable para cualquier posición de la jaula será tal que ofrecerá la misma seguridad teniendo en cuenta el peso de la jaula y de la parte de cable suspendida. Los ascensores de minas carecen, por supuesto, de contrapeso, ya que la máquina es lo bastante potente para levantar el peso total de la jaula y la carga útil. En algunas minas se utilizan jaulas gemelas (ascensores dobles), una de las cuales asciende mientras la otra desciende, efectuándose de esta forma el contrapeso. El mecanismo de seguridad empleado puede ser del tipo de abrazadera de uña o reducirse a un dispositivo de contención espontánea por cable de arrastre.