El ascetismo es una forma de vida que promueve la disciplina del cuerpo y la moderación de los placeres terrenales.
Esta práctica se encuentra en varias tradiciones religiosas, como el hinduismo, el budismo y el cristianismo, donde se considera como un camino hacia la trascendencia espiritual.
En el ascetismo, se destaca la renuncia a la satisfacción de los deseos mundanos y la búsqueda de la autosuficiencia.
El ascetismo es una filosofía de vida que busca el disciplinamiento del cuerpo y el control de los deseos y placeres materiales. Es una práctica presentada en diversas tradiciones religiosas, como el hinduismo, el budismo y el cristianismo, donde se considera como un camino para alcanzar la transcendencia espiritual.
Un aspecto central del ascetismo es la renuncia a la satisfacción de los deseos mundanos y la búsqueda de la autosuficiencia.
Los ascetas generalmente practican la abstinencia de alimentos, el celibato, la austeridad en la vestimenta y la privación de comodidades y lujos. Estas prácticas físicas y emocionales buscan liberar al individuo de las ataduras terrenales y enfocar su atención en la espiritualidad y la conexión con lo divino.
El ascetismo es visto como un camino de autocontrol y purificación, que permite al individuo desprenderse de las distracciones externas y enfocarse en el desarrollo de la virtud y la sabiduría. Se considera que a través de la renuncia y la disciplina se puede alcanzar un estado de paz interior y liberación espiritual.
Si bien el ascetismo ha sido practicado por individuos que deciden llevar una vida solitaria, también puede manifestarse en la vida cotidiana a través de la moderación y la renuncia a ciertos placeres.
En la actualidad, algunas corrientes de pensamiento promueven el ascetismo como una forma de contrarrestar el consumismo y encontrar un equilibrio entre las necesidades y los deseos.
En el sentido dado al vocablo por todos los escritores a partir del siglo ni supone la mortificación continua de los deseos corporales con el fin de conseguir la pureza de alma y una unión más perfecta con Dios.
Ahora bien, aunque la acepción sea de origen cristiano, el contenido es común, en diversa medida, a la mayoría de las religiones. Alcanza su especial sentido al prevalecer la idea de que la vida terrena representa un mal o que el cuerpo supone un obstáculo para el alma que busca la virtud.
Así, el Brahmanismo cuenta con un sistema complicado de meditación y penitencia por el que el fiel alcanza la unión con la divinidad y consigue poderes sobrenaturales.
Por su parte, el Budismo considera la vida del monje que vive en la pobreza y el celibato adecuada para huir de la transmigración a nuevas formas de existencia corpórea. Hasta entre los griegos existen trazas de ascetismo desde sus primeros tiempos.
En la Era precristiana, los estoicos romanos y más tarde los neopitagóricos y neoplatónicos persiguieron modos de vida ascética.
El Antiguo Testamento, con su ayuno único (a saber, el del Día de la Expiación) y su exaltación del matrimonio, dio escasos vuelos al ascetismo.
Más tarde, entre los judíos, los fariseos ayunaban dos veces por semana; los esenios se abstenían por regla general del matrimonio y vivían en comunidad.
En los escritos de Filón Judeo se dedican a menudo elogios a la virginidad. Aunque el Nuevo Testamento exige una sumisión completa al servicio de Dios y de los hombres, no prescribe ninguna regla de disciplina ascética.
En los textos evangélicos, así como en las predicaciones apostólicas, abundan, no obstante, las exhortaciones a la vida de mortificación y renunciación. Este será el mejor medio de hacerse agradable a los ojos de Dios, que nos dio el ejemplo de suprema abnegación en su vida terrenal.
Ya a principios del siglo II, los cristianos tenían señalados días de ayuno y horas de rezo.
Se consideraba meritorio abstenerse del matrimonio, velar por la noche, soportar el frío, andar descalzo, vestir toscas arpilleras y otros medios de mortificación.
Poco a poco surgieron grupos especiales de hombres y mujeres que se empezaron a conocer por ascetas.
Éstos, al principio, no se obligaron por votos y continuaron viviendo en el seno social y familiar. Pero, hacia fines del siglo III, Hieracas de Leontópolis, discípulo de Orígenes, reunió a su derredor cierto número de ascetas, a quienes indujo al estudio y la mortificación.
Algunos de estos ascetas, se dice, huyeron al desierto durante la persecución de Decio (250). En todo caso, San Antonio Abad (251-356) fue el padre del monacato, institución que aparece como lógica consecuencia de las doctrinas ascéticas.
Los principios ascéticos se mantienen sobre todo en las Iglesias católica y oriental. En la anglicana pervive un ascetismo moderado.
Origen etimológico de ascetismo: proviene de asceta y con el sufijo -ismo, y aquel del bajo latín asceta, a su vez de la palabra griega antigua ἀσκητής (asketés), "ermitaño", del verbo ἀσκέω (askéo), "entrenar"
• « Así, la pintura de Botticelli rechazó completamente el ascetismo asociado a la piedad cristiana durante la Edad Media, sugiriendo en su lugar una especie de sensualidad alegre. »
• « Originalmente, el monacato estaba ligado al ascetismo, es decir, a la abnegación, siguiendo el ejemplo de un hombre santo egipcio llamado Antonio. »
• « En los desiertos fuera de las ciudades principales, un grupo llamado los esenios enfatizaba una vida de ascetismo y misticismo, mientras que en toda Palestina los revolucionarios antirromanos conocidos como los zelotes abogaban por una revuelta armada contra el ocupante romano. »