El asecho se refiere a una estrategia o acción deliberada que se lleva a cabo con el objetivo de hacer daño o perjudicar a otra persona.
Esta puede incluir engaños, artimañas o trampas que son diseñadas con astucia y sigilo para capturar o atrapar a la persona que se encuentra siendo acechada.
El asecho puede manifestarse de diferentes formas y en distintos contextos. Puede ocurrir en situaciones personales, como en relaciones románticas o laborales, donde una persona utiliza tácticas manipuladoras o de intimidación para herir emocionalmente a la otra.
En el ámbito criminal, el asecho puede ser utilizado como una estrategia para cometer un delito o para preparar un acto violento. Por ejemplo, un delincuente puede acechar a su víctima, observando sus movimientos y recopilando información para planificar un robo o un asalto.