La asimilación y difusión de la cultura son procesos fundamentales en el desarrollo humano.
La asimilación ocurre cuando nuevas ideas se integran en un patrón cultural existente, enriqueciendo así la identidad de un grupo.
Por otro lado, la difusión se refiere al intercambio de ideas entre diferentes pueblos, lo que permite la evolución cultural.
Estos fenómenos reflejan la búsqueda de respuestas a las necesidades sociales y las influencias geográficas que moldean nuestras culturas.
asimilación y difusión de la cultura
Una vez reconocida una cultura, resalta la evidencia de que su crecimiento o desarrollo tuvieron un principio más primitivo o rudimentario. Entonces se acomete la tarea de investigar sus orígenes y la dinámica de su desarrollo cultural. Algunos sociólogos ven en semejante desarrollo una respuesta a las necesidades sociales del hombre y consideran las muchas semejanzas que se ofrecen en tales respuestas como indicadoras de una identidad fundamental la de la mente humana. Otros ven en los factores geográficos los determinantes de las culturas. Una tercera hipótesis concibe el desarrollo cultural como integrado sustancialmente por la acumulación de ideas en el interior de un grupo, parte como resultado de una autogénesis y parte -muy superior- como producto del intercambio de ideas con otros pueblos. Este intercambio se denomina difusión; si las nuevas ideas se integran en el patrón cultural establecido se produce un fenómeno de asimilación cultural, lo que los anglosajones llaman «aculturación». Si los contactos son demasiado numerosos o perturbadores para las creencias tradicionales pueden provocar una desintegración cultural, fenómeno que se observa frecuentemente cuando una sociedad primitiva se pone en contacto con una civilización compleja o muy desarrollada, como ocurrió con las culturas tribales de los indios americanos y de los isleños de los Mares del Sur. Algunas culturas son más conservadoras o más resistentes al cambio que otras; por añadidura, una parte del acervo cultural puede evolucionar rápidamente mientras que otra apenas se ve afectada. Esta tendencia se conoce por «rémora cultural». Véase Difusionismo.
Las grandes diferencias existentes en el desarrollo técnico de los diversos pueblos dieron pábulo a la pretensión de que los niveles culturales «elevados» o «bajos» son originados por diferencias de aptitud racial, lo que justificaría la tesis de que algunos pueblos poseen una superioridad innata sobre otros. Pero no es ésta la opinión de arqueólogos e historiadores, quienes han demostrado de manera concluyente que pueblos en un tiempo muy adelantados han caído en el olvido. Cuando Egipto iba a la cabeza de la civilización, Grecia y Roma poseían culturas elementales. En los tiempos clásicos dominó la cultura grecolatina sobre las rudimentarias condiciones en que vivían los pueblos de Europa central y septentrional, que, con el tiempo, llegarían a erigirse en rectores del mundo.