La atisbadura se refiere a la acción de atisbar, que implica observar o mirar con atención y cautela, a menudo con el fin de descubrir algo que está oculto o distante.
Este término evoca una sensación de curiosidad y discreción, ya que quien atisba busca captar detalles sin ser notado.
La atisbadura puede aplicarse en contextos diversos, desde la vigilancia hasta la simple observación del entorno.