El término atizacandiles se utiliza de manera figurada y familiar para referirse a una persona que se entromete en asuntos ajenos, actuando como un servidor oficioso que, aunque no es solicitado, se involucra de manera impertinente.
Este tipo de individuo suele opinar o intervenir sin ser invitado, lo que puede resultar molesto o incómodo para quienes prefieren mantener su privacidad.