El término atondar proviene del ámbito de la equitación y se refiere a la acción de estimular al caballo mediante el uso de las piernas del jinete.
Esta técnica es fundamental para lograr una comunicación efectiva entre el jinete y su montura, permitiendo que el caballo responda adecuadamente a las indicaciones.
Así, atondar no solo implica un movimiento físico, sino también una conexión entre ambos, esencial para el buen desempeño en la cabalgar.