El término atopile se utiliza en México para referirse a una persona que desempeña un papel crucial en las haciendas de caña, encargándose de la distribución diaria de las aguas necesarias para los riegos.
Este rol es fundamental para asegurar el adecuado crecimiento de los cultivos, destacando la importancia del manejo eficiente del agua en la agricultura.
La figura del atopile refleja la conexión entre el trabajo humano y la producción agrícola en el contexto mexicano.