Austria destaca por su industria diversificada, que va más allá de las actividades minero-metalúrgicas y la explotación hídrica de sus ríos.
La industria mecánica es notable, con producción de maquinaria, material ferroviario y vehículos en diversas ciudades como Viena y Steyr.
Además, el sector textil juega un papel importante, aunque depende de la importación de materias primas, con destacados centros en St.
Pólten y Lenzing.
Austria: industria
Además de las industrias minero-metalúrgicas ya indicadas, y de la explotación hídrica de sus ríos Ill, Inn, Enns, Drave y Mur, con su gran instalación de Kaprun en la provincia de Salzburgo, Austria tiene una variada actividad industrial.
La industria mecánica, derivada de la siderúrgica, es bastante completa: objetos pequeños en Graz y Judenburg; máquinas de coser en Kematen; material ferroviario en Viena, Wiener Neustadt, Graz y Linz; aparatos eléctricos en Weiz y Deuchendorf; armas y vehículos automóviles en Steyr y Viena; bicicletas en Graz; tractores en Steyr, y otros muchos artículos.
El ramo textil depende de la importación de las materias primas —salvo algo en la lanera y la de fibras artificiales—, y existen importantes establecimientos, como los de rayón de St. Pólten, y lana artificial de Lenzing, con materia prima nacional. La industria algodonera cuenta con unos miles de husos, repartidos, sobre todo, en Wiener Neustadt y el Vorarlberg. La lanera se concentra en Viena, Graz, Klagenfurt, Linz, Innsbruck, St. Pólten, etc. y la lanera en Lambach. Viena es el centro de la industria de la confección.
Otras industrias notables son: musicales en Viena; calzado en Viena, Graz y Krems; vidrio, muy diseminada; caucho, materiales plásticos, productos químicos, cementos, tabaco, artes gráficas y editoriales, etc.
La dificultad principal con que tropezó la industria austriaca fue el desmantelamiento que sufrió por parte de la URSS al terminar la II Guerra Mundial, pero la ayuda económica de los Estados Unidos ha contribuido a su levantamiento posterior.