Averá es un término que proviene del judaísmo y se refiere a una transgresión de la ley religiosa que conlleva a alejarse de la santidad.
En este contexto, se considera como un pecado que rompe con las normas establecidas por la religión judía, generando una separación entre el individuo y la divinidad.
Es importante tener en cuenta que esta palabra tiene una carga moral y espiritual significativa dentro de la comunidad judía, ya que implica una falta grave que afecta la relación con lo sagrado.