La avertina es un producto utilizado como anestésico basal en la fase previa a la administración de anestésicos quirúrgicos.
Su acción es rápida, ya que se absorbe eficazmente por el recto, induciendo un estado de sueño tranquilo en pocos minutos.
Aunque sus efectos son efímeros y generalmente seguros, dosis excesivas pueden causar problemas graves como disminución de la presión sanguínea y depresión respiratoria, que requieren atención médica inmediata.
Producto empleado como anestésico basal, es decir, en la fase previa a la administración de anestésicos quirúrgicos (v. Anestesia). Las dosis comprendidas en el margen de seguridad tienen efectos efímeros porque apenas alcanzan el hígado se transforman en substancias que son fácilmente eliminadas en la orina. Las dosis excesivas pueden producir una peligrosa disminución de la presión sanguínea y depresión respiratoria; se corrige la primera mediante inyecciones de adrenalina o efedrina y los trastornos respiratorios, con la administración de oxígeno y anhídrido carbónico o con inyecciones de cafeína. La avertina se administra por enema y se absorbe tan rápidamente por el recto que a los pocos minutos cierra el paciente los ojos y a los 10 o 15 deja de responder a preguntas. El sueño es tranquilo, sin excitación ni aprensión. El uso de la avertina reduce considerablemente las cantidades de etileno, ciclopropano, éter u otros narcóticos, necesarios para producir una anestesia completa. Químicamente es el tribromoetanol (CBr3CH2OH) y se presenta disuelto en hidrato de amileno, otro somnífero que refuerza la acción narcótica.