La nidificación en aves es un proceso vital que asegura la protección de los huevos y polluelos de los depredadores.
Las aves eligen lugares estratégicos y ocultos para construir sus nidos, que varían en ubicación desde islas remotas hasta cimas de árboles.
Aunque tanto el macho como la hembra pueden participar en la construcción, generalmente es la hembra quien asume la mayor parte de esta tarea, adaptándose al entorno con su plumaje.
aves: nidificación
Los nidos son necesarios para proteger los huevos y los polluelos y, por lo tanto, se alojan en parajes ocultos lejos de los depredadores. Los alba-tros anidan en las islas remotas; las águilas y los halcones, en las cimas de los riscos o en los árboles altos; las aves de caza ocultan sus nidos en el suelo y las cantoras en el suelo o en los árboles. Los huevos de las aves litorales tienen colores protectores y los nidos son meros hoyos cavados en el suelo. En la mayoría de las especies, tanto el riacho como la hembra pueden construir el nido e incubar los huevos, pero estas tareas recaen generalmente sobre la hembra, el colorido de cuyo plumaje se asemeja al del medio.
Voz. El canto se produce al pasar el aire espirado por la siringe situada en el extremo inferior de la tráquea en el punto en que ésta se bifurca en dos bronquios que conducen a los pulmones. En dicho punto, los anillos traqueales y bronquiales forman en el bronquio una abertura semejante a una ranura accionada por músculos siríngeos: un solo par en muchas aves, lo menos tres en los pájaros cantores. Esta musculatura, que hace posible sus complicados cantos, sirve de base para incluir los pájaros cantores en el orden de los paseriformes, que abarca más de la mitad de las especies de aves de todo el mundo.
