La palabra bacante se refiere, en su primera acepción, a una sacerdotisa de Baco, el dios romano del vino y la fertilidad, quien era venerado en rituales que celebraban la vida y la naturaleza.
En un sentido más figurado, el término describe a una mujer ebria y descocada, evocando una imagen de desenfreno y liberación.
Así, "bacante" abarca tanto lo sagrado como lo profano en su significado.