Etimología u origen de la palabra bacillo: del latín bacillum, "bastoncillo, palo", en el propio latín desarrolló el significado de «vid joven, sarmiento de vid para plantar» debido a semejanza de la forma curva del bastón y la del sarmiento que se planta, que se dobla para acomodarse a las paredes del hoyo en donde se entierra (Fuente).