La palabra bacinada se refiere, en su primera acepción, a la inmundicia que se arroja de un bacín, un recipiente utilizado antiguamente para necesidades fisiológicas.
En un sentido más figurado y coloquial, describe una acción que se considera indigna o despreciable, reflejando comportamientos que generan rechazo o desdén en la sociedad.
Así, "bacinada" evoca tanto lo físico como lo moral en su uso.