El término bacinador se refiere a una figura histórica que desempeñaba el papel de bacinero, es decir, alguien que solicitaba limosna para el culto religioso.
Esta palabra, hoy en día considerada anticuada y en desuso, evoca una práctica vinculada a la caridad y el sostenimiento de actividades religiosas en tiempos pasados.
Su uso refleja una tradición cultural que ha evolucionado con el tiempo.