Las bacterias juegan un papel crucial en diversas industrias, donde son cultivadas para facilitar procesos específicos y obtener productos valiosos.
En la producción de lino, por ejemplo, se utilizan en la fermentación conocida como «enriado», que ayuda a separar las fibras.
Asimismo, en la curación del tabaco y la fermentación de la masa de maíz, las bacterias contribuyen a la producción de compuestos como acetona y alcohol butílico.
También son esenciales en la elaboración de vinagre, donde interactúan con levaduras para transformar azúcares en ácido acético.
bacterias en la industria
Varias industrias cultivan bacterias destinadas a procesos especiales o a la consecución de los productos que resultan de su actividad. En la producción del lino, por ejemplo, la planta sufre una fermentación, conocida por «enriado», que facilita la separación de las fibras componentes del lino. La curación del tabaco implica un proceso de fermentación en que las bacterias desempeñan un papel importante. La masa del maíz fermenta por medio del organismo Clostridium acetobutylicum para producir acetona y alcohol butílico. Con esta fermentación se obtienen también anhídrido carbónico e hidrógeno, amén de ciertos ácidos.
La producción del vinagre, cuyo sabor característico se debe al ácido acético y otros productos aromáticos, supone la presencia de dos tipos de microorganismos. Las sustancias azucaradas, como la sidra y otros jugos de frutas, sufren primeramente una fermentación procedente de levaduras. Estos organismos descomponen los azúcares presentes en el líquido formando alcoholes. Las bacterias del ácido acético utilizan luego el alcohol para transformarlo por oxidación en ácido acético. La madre del vinagre, que a menudo se observa en el vinagre casero, consta de bacterias del ácido acético y deí mucílago que producen.
El ácido láctico, muy importante, resulta de la acción de las bacterias en muchos productos alimenticios, como la leche ácida, la col fermentada y el mosto fermentado utilizado en la fabricación de la cerveza. Se fabrica también en estado puro para el comercio. Para producir ácido láctico se utilizan bacterias de dicho ácido que se mezclan con sustancias que contengan azúcar como las melazas y el suero; los ácidos se neutralizan durante la fermentación para formar sales compuestas de ácido láctico. El ácido láctico así producido se emplea en la industria textil, en la de la alimentación, en la del curtido de pieles y en la de fabricación de lacas, barnices y polvos de repostería. Tiene también aplicaciones medicinales.
Algunas bacterias requieren vitaminas para su crecimiento. En medios sintéticos puros se niegan a desarrollarse a menos de que se las provea de ciertas vitaminas. Tan absoluta es esta necesidad que la cuantía del crecimiento o de los productos de metabolismo obtenidos puede regularse por la cantidad de vitaminas agregadas al medio. Ello ha inducido al uso de bacterias para determinar la cantidad de vitaminas presente en los alimentos. El tratamiento microbio-lógico con vitaminas administradas en los alimentos parece conducir, según ensayos realizados, a resultados que se corresponden con los obtenidos en el tratamiento animal con las mismas vitaminas.