Badajoz es la capital de la provincia homónima, ubicada en la margen izquierda del río Guadiana, cerca de la frontera con Portugal.
Esta ciudad, que se asienta sobre calizas cámbricas, disfruta de un clima templado-cálido y ha sido un importante asentamiento desde tiempos antiguos, siendo conocida como la Pax Augusta en la época romana.
A lo largo de su historia, Badajoz ha sido un punto estratégico y ha vivido momentos de esplendor y conflictos.
Badajoz (ciudad)
Cap. de la prov. homónima, en la margen izquierda del Guadiana, juntó a su afluente el Rivillas, a 6 km de la frontera portuguesa y en la comarca natural de las «Vegas del Guadiana». Descansa sobre las calizas cámbricas que forman las lomas de Santa Engracia y Gallegos y el cerro de Orinace. Situada a 192 m sobre el nivel del mar, disfruta de clima templado-cálido, con inviernos breves, veranos calurosos, altas temperaturas (16 °C de media anual y máximas que exceden de 40 °C) y precipitaciones adecuadas y bien distribuidas.
Badajoz, plaza fuerte fronteriza, uno de los más antiguos asentamientos españoles, como lo prueba el hallazgo de restos prehistóricos en sus cercanías, fue la Pax Augusta de los romanos, la Bagasti visigoda y la Baled. Aixa árabe, capital de un reino de Taifas (1010-1227), época en que conoció días de esplendor. En 1229 fue incorporada al reino de León por Alfonso IX. En las guerras hispano-lusitanas sufrió dos inútiles asedios: 1660 y 1705. En 1811 sucumbió ante el ejército napoleónico, cuyo yugo pudo sacudir al año siguiente. Esta ciudad ha sido cuna de personajes tan ilustres como el explorador Vasco Núñez de Balboa, el pintor Luis Morales «El Divino», San Juan de Ribera y el favorito de Garlos IV, Manuel Godoy.
Entre sus obras monumentales destacan la Catedral de San Juan (siglo xiii), declarada monumento nacional en 1931, de arquitectura interior romano-gótica y fachada renacentista, que, con su aspecto exterior de fortaleza, encierra verdaderas obras de arte: claustro del siglo xvi, retablo mayor churrigueresco del siglo xviii, doce capillas que conservan pinturas de Morales, Zurbarán, Rivera, etc.; la iglesia de la Concepción (siglo xvi) y la de San Agustín (siglo xvii ); el magnífico «Puente Viejo», que, asentado sobre pilares romanos en una largura de 700 m, fue construido en 1596 según planos de Herrera; el castillo-palacio de los Duques de Feria y Medinaceli; la Puerta de las Palmas que da acceso al puente romano; la alcazaba musulmana, en la cima del Orinace, rodeada de torres almenadas como la vigía del Apéndiz; el Museo de Bellas Artes, enriquecido por cuadros de Zurbarán, Morales, Esquibel, Hermoso, etc.; y el Museo Arqueológico, que guarda armas de la Edad de Hierro, objetos romanos, visigodos, árabes y moriscos.
La ciudad, asentada en una comarca rica en agricultura y ganadería. Ésta se reducía hasta hace poco a la derivada de la agricultura (vinos, harinas, aceites) y a la necesaria para el uso doméstico: metalurgia (fraguas y talleres de forja), soldadura, reparación de automóviles, etc., amén de la importante industria corchera.
Badajoz, que dista por ferrocarril 513 km de Madrid y 272 de Lisboa, está atravesada por la línea férrea del SO y tiene salida al mar por el ferrocarril a Zafra y Huelva. Por carretera dista de Madrid 431 km, de Sevilla 220 y 131 de Cáceres.
