El balbuceo es un fenómeno lingüístico que se caracteriza por la dificultad en la articulación de palabras y sonidos. Suele ser más común en niños pequeños que están aprendiendo a hablar, pero también puede ocurrir en adultos que presentan dificultades en el habla.
Cuando una persona balbucea, puede presentar repeticiones involuntarias de sonidos o sílabas, prolongaciones de sonidos, interrupciones en el flujo del habla y dificultades en la pronunciación correcta de las palabras. Esto puede hacer que su mensaje no sea comprendido con facilidad por los demás.
El balbuceo puede tener diversas causas, que van desde factores genéticos o hereditarios hasta problemas neurológicos o emocionales. En algunos casos, puede ser transitorio y desaparecer con el tiempo a medida que el niño o adulto desarrolla sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, en otros casos puede ser necesario acudir a un profesional de la salud, como un logopeda, para recibir terapia y manejo especializado.
Ejemplos de uso: "Los bebés suelen balbucear mientras aprenden a hablar"
"Con su nerviosismo, el orador comenzó a balbucear durante su discurso"
"El niño balbuceó algunas palabras ininteligibles mientras intentaba contar su historia"
"A medida que crecía, el niño dejó de balbucear y empezó a hablar con claridad"
"El paciente con trastornos del habla necesita ayuda profesional para superar su dificultad para balbucear"
"La ansiedad puede hacer que una persona balbucee y tenga dificultades para articular palabras correctamente".
Segundo diccionario: balbucear
intr. Balbucir. [|| intr. Hablar o leer con pronunciación dificultosa, tarda y vacilante, trastrocando a veces las letras o las sílabas. ver: balbucir]