La balista es una máquina antigua utilizada en la guerra para lanzar proyectiles, como piedras o saetas.
Su diseño ingenioso permitía a los ejércitos de antaño atacar a sus enemigos desde una distancia segura, aprovechando la fuerza de la tensión para propulsar los proyectiles con gran potencia.
Este ingenio bélico es un ejemplo de la evolución de las armas en la historia militar.