El término bance se refiere a los palos sueltos que se colocan de manera horizontal y a cierta distancia entre sí, formando una estructura que cierra los portillos de las fincas.
Esta práctica es común en la agricultura y la ganadería, ya que permite delimitar espacios y proteger las propiedades.
El uso del bance es fundamental para mantener el orden y la seguridad en el entorno rural.