El término baray, utilizado en Puerto Rico como una interjección, expresa sorpresa o emoción, similar a un grito de alegría.
Su uso, que puede variar según el contexto, refleja la riqueza del lenguaje coloquial puertorriqueño y su capacidad para transmitir sentimientos de manera intensa.
Esta palabra es un ejemplo de cómo el idioma se adapta y evoluciona en diferentes culturas, aportando matices únicos a la comunicación.