Béla Bartók (1881-1945) fue un destacado compositor y pianista húngaro, nacido en Nagyszentmiklós.
Desde temprana edad, su vida estuvo marcada por la música, influenciado por su padre y su madre, quien se convirtió en maestra ambulante.
A los 10 años, debutó como pianista y más tarde se graduó en el Instituto de Música Franz Liszt.
Bartók se dedicó a investigar la música popular húngara, recopilando miles de canciones auténticas junto a su amigo Zoltán Kodály.
Biografía de Bartók, Béla
(1881-1945). Compositor y pianista húngaro, natural de Nagyszentmiklós. Cuando contaba ocho años, perdió a su padre, músico aficionado. Entonces su madre se hizo maestra ambulante y el muchacho pudo conocer todos los rincones del país y familiarizarse con su música. A los 10 años hizo su primera aparición en público como pianista. Se graduó en el Instituto de Música Franz Liszt y en la Academia de Música de Budapest (establecimientos en los que más tarde sería profesor) y estudió piano y composición con Lászlo Erkel y Ernest Dohnányi respectivamente.
Descontento de las inexactas versiones de la música popular húngara que se aceptaban comúnmente, decidió investigar las canciones y bailes auténticamente eslavos. Con su amigo Zoltán Kodály recorrió los diversos países balcánicos escuchando directamente la música zíngara y campesina, con lo que logró reunir más de 6000 canciones magiares, eslovacas, rumanas y transilvanas; además transcribió 200 melodías árabes durante una visita a Argelia. Sus propias composiciones reflejan un marcado interés por la música popular, pero pasaron inadvertidas en su país, de modo que nunca pudo lograr una independencia económica. Opuesto al régimen totalitario de Hungría se trasladó en 1940 a los Estados Unidos, donde prosiguió componiendo y actuando. El exceso de trabajo le arrebató la salud y murió en la mayor miseria. Su producción abarca la ópera en un acto El castillo de Barba Azul (1911), que hoy está considerada como la obra maestra del teatro lírico magiar; los ballets El príncipe de palo (1915) y El mandarín milagroso (1919); una cantata; 19 composiciones orquestales, conciertos para violín y piano y muchas otras de distinto género; 6 cuartetos de cuerda; varias sonatas y obras corales. Su libro, Música popular húngara (1931), es una excelente guía para conocer la formación y derivación de las melodías, populares de su país.