Ramón De Basterra (1888-1928) fue un destacado poeta español, originario de Bilbao y fallecido en Madrid.
Su formación en Derecho y su carrera en la diplomacia influyeron en su obra.
En sus inicios, sus poemas reflejan el paisaje y las costumbres de su tierra, destacando elementos como montañas y pelotaris.
Con su libro Las ubres luminosas, explora un tono épico y un profundo amor por la cultura hispánica, mientras que en Vírulo, su obra más emblemática, deja una huella indeleble en la poesía.
Biografía de Basterra, Ramón De
(1888-1928). Poeta español, nacido en Bilbao y muerto en Madrid. Cursó estudios de Derecho y siguió la carrera diplomática. En sus primeras poesías presta atención casi exclusiva al paisaje, a la vida y a las costumbres de su tierra natal: las montañas, los bosques, los caseríos, el campo, la pesca, los pelotaris, etc. En estos primeros poemas encontramos ya algunos que anuncian al poeta exaltado y retórico de Las ubres luminosas (1923). Es este libro fruto de su descubrimiento de Roma y del espíritu de la latinidad. Aquí Basterra, en un tono épico, que muy a menudo trasluce la frialdad del esquema cerebral en el que se basa, entona su canto al catolicismo y a la grandeza de lo hispánico. Para él, la España de la Contrarreforma fue la realizadora de este ideal y de este sueño de la latinidad. Con Los labios del monte (1924) vuelve a los mitos de su paisaje y de su tierra norteña. Pero su obra más característica es Vírulo, poema que dejó inconcluso y que supone la creación de su propio mito. El poema que relata la formación de sus ideales, fue publicado en dos partes: Vírulo: Mocedades (1924) y Vírulo: Mediodía (1927). Obra difícil y desigual, constituye una visión de un Occidente futuro, basado en la unidad y el orden, con el equilibrio de la tradición cultural y los elementos de la civilización moderna. De él ha dicho Valbuena Prat: «Vírulo, en el desfile por la Europa cultural, en persecución de su estilo, abraza meridianos y museos, bolsas y fábricas, afirma la homogeneidad de Occidente y el destino fecundo de los pueblos hispánicos, en técnica futurista...» Escribió además dos obras en prosa: La obra de Trajano (Madrid, 1921) y Una empresa del siglo XVIII: los navios de la Ilustración (Caracas, 1925).