El término beatificar se refiere al acto de reconocer a una persona como parte de los bienaventurados, es decir, aquellos que gozan de la felicidad eterna en el contexto religioso.
Este proceso implica un reconocimiento formal por parte de la iglesia, donde se considera que la persona ha vivido una vida de virtudes y ha realizado milagros.
Beatificar es, por tanto, un paso importante hacia la canonización y la veneración pública.