Belgrado, la ciudad capital de Serbia, se sitúa en la confluencia de los ríos Danubio y Sava, a 404 km al sureste de Budapest.
Conocida como la Ciudad Blanca, Belgrado destaca por su rica historia, reflejada en su famosa ciudadela y el parque Kalemegdan, que atraen tanto a locales como a turistas.
La ciudad combina amplias avenidas, bellos edificios y un moderno sistema de transporte, convirtiéndola en un importante centro cultural y recreativo.
Belgrado (ciudad capital de Serbia)
Antigua capital de Serbia, luego de Yugoslavia, y actualmente nuevamente de Serbia, en la confluencia de los ríos Danubio y Sava, frente a Zemun (Semlin), 404 km al SE de Budapest. En lo alto de una colina de 40 m, dominando ambos ríos, se alza la famosa ciudadela, hoy semiderruida, cuya parte superior aloja las prisiones y un museo militar y la inferior los cuarteles, los polvorines, la Heboysha (torre de las torturas) y la Puerta del Emperador Carlos. Punto favorito de recreo y una de las principales atracciones de la ciudad es el parque Kalemegdan, al sur de la fortaleza, a la que separa de la ciudad propiamente dicha. Belgrado («Ciudad Blanca») posee amplias avenidas, bellos edificios y un moderno sistema de comunicación y transportes. Puntos de interés son las Gran Mezquita, el Teatro Nacional (1871), el museo, la catedral (1845), la Biblioteca Nacional y el Palacio Real, donde fueron asesinados (1903) el rey Alejandro (v. Alejandro I Obrenovich) y la reina Draga. Sus industrias, desarrolladas principalmente en el presente siglo, comprenden las del papel, tejidos, maquinaria agrícola, grandes máquinas herramientas, material eléctrico, automotores y productos alimenticios.
La Universidad de Belgrado, fundada en la capital en 1863 y reorganizada en 1950, comprende las facultades de Filosofía, Ciencias y Matemáticas, Derecho, Agronomía y Silvicultura, Veterinaria, Economía, Teología, Tecnología, Medicina y Medicina con Farmacología. La lengua de enseñanza es la servocroata.
Secular es la importancia estratégica de Belgrado, la antigua Singipunum romana. Ocupada sucesivamente por los emperadores de Bizancio (siglos xi y xii) y los magiares, que lograron retenerla durante mucho tiempo contra servios y turcos, y defendida heroicamente en 1456 por Janos Hunyadi, fue uno de los más firmes baluartes contra la invasión turca hasta su captura (1521) por Solimán I. Austríaca en 1688, ocupada de nuevo por los turcos (1690) y reconquistada (1717) por Eugenio de Saboya, pasó una vez más a poder de Turquía (1738-1862). En 1867 fue cedida a Servia y elevada a capital del principado. Durante la Primera Guerra Mundial fue bombardeada (julio 1914) y ocupada (octubre 1915-noviembre 1918) por los austríacos, que hubieron de entregarla a Servia. En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, fue ocupada por los alemanes, que la retuvieron hasta 1944, en que, después de sometida a duro castigo por la artillería y la aviación, fue liberada por el ejército soviético y los «partisanos» yugoslavos. La década siguiente fue invertida en reparar los destrozos causados por la guerra con la erección de enormes y modernos bloques de viviendas.
