Belicoso y belicosa son adjetivos que describen a una persona o entidad que tiene una actitud guerrera o inclinación hacia la guerra o la lucha.
Esta actitud puede manifestarse en un deseo de confrontación o en una disposición agresiva, combativa y hostil.
Históricamente, estas palabras se han utilizado para describir a líderes y naciones que buscaban el conflicto armado como medio para alcanzar sus objetivos.
Ejemplos icónicos de figuras belicosas incluyen al Kaiser Wilhelm de Alemania, Benito Mussolini de Italia y el General Tojo de Japón, quienes creían en la superioridad de sus países en tiempos de guerra.
Puesto que el belicoso describe una actitud que espera una guerra real, la palabra se aplica generalmente a las naciones y a sus líderes.
Por ejemplo, en el siglo XX, se utilizó comúnmente para describir a figuras como el Kaiser Wilhelm de Alemania, el italiano Benito Mussolini y el General Tojo de Japón, líderes que creían que sus países tenían todo para ganar con el inicio de guerras.
Las relaciones internacionales de una nación con una política exterior belicosa tienden a ser tormentosas y difíciles, y la belicosidad suele hacer que el resto del mundo se sienta muy incómodo.
"Nunca en tiempos de paz, tal vez, las declaraciones de nuestros funcionarios gubernamentales han sido más implacablemente belicosas. Sin embargo, sus acciones han sido comparativamente cautelosas".
Los vikingos fueron un pueblo belicoso.
Etimología u origen de la palabra belicoso: proviene del la palabra latina bellicōsus.