El término bendicho se refiere al participio irregular y antiguo del verbo bendecir, que significa alabar o expresar buenos deseos.
Aunque su uso es considerado anticuado y se encuentra en desuso, su significado evoca una conexión con la tradición y la espiritualidad.
En la actualidad, su empleo es raro, pero sigue siendo un recordatorio de la riqueza del lenguaje y de las formas en que se ha expresado la devoción a lo largo del tiempo.