Berbería es el nombre que se ha utilizado tradicionalmente para referirse a la región norteafricana habitada mayoritariamente por Bereberes, que se extiende desde Egipto hasta el Océano Atlántico, incluyendo países como Trípoli, Túnez, Argelia y Marruecos.
Este término fue empleado por los europeos desde el siglo XVI hasta el XIX para designar esta zona.
En Occidente, se ha asociado a los piratas y comerciantes de esclavos que habitaban estas costas, representando una amenaza para las embarcaciones comerciales y las ciudades costeras del Mediterráneo.
Berbería (región norteafricana)
Palabra tradicionalmente empleada para designar la región norteafricana que, habitada principalmente por Bereberes, se extiende por la cuenca mediterránea desde Egipto al Océano Atlántico y comprende Trípoli, Túnez, Argelia y Marruecos.
Con este nombre los europeos llamaron a esta región desde el siglo XVI hasta el XIX.
En Occidente este término se emplea par referirse a los piratas y los comerciantes de esclavos que poblaban antiguamente esas costas. Suponían una amenaza constante para las embarcaciones comerciales e incluso para las ciudades costeras del Mediterráneo.
Un mapa del siglo XVII del cartógrafo holandés Jan Janssonius que muestra la Costa de Berbería, en este mapa nomenclado Barbaria. CC
Historia de Berbería
Cartago señoreó el país del 450 al 146 a. de J.C., en que la victoria de Roma sobre su eterna rival le permitió afincar su pie en suelo africano. Al derrumbarse el Imperio Romano los Vándalos se establecieron en el N de África (429 d. de J.C.), pero hubieron de entregar su efímero reino al Imperio Bizantino (533).
En el siglo vii fue conquistada la región por los Árabes, que impusieron a los bereberes el credo islámico, denominaron al país Belad-el-Berber y también Magreb (Occidente) y lo utilizaron como trampolín para lanzarse a la conquista de España. A principios del siglo xvi pasó a integrar el Imperio Otomano.
Aunque durante varios siglos fue nominalmente pertenencia turca, lo cierto es que sus habitantes, aprovechándose de las guerras crónicas entre mahometanos y cristianos, se habían erigido en terror del comercio mediterráneo y vivían de su piratería organizada. Los célebres piratas berberiscos, que apresaban no sólo navíos mercantes sino también pequeños bajeles de guerra, confiscaban los bienes y retenían a los cautivos hasta cobrar su rescate o los vendían como esclavos. Ejemplo notable de ello fue el largo cautiverio (cinco años) de Miguel de Cervantes Saavedra, apresado por los corsarios argelinos cuando regresaba a España de la batalla de Lepanto en la galera Sol.
Aunque menudearon las expediciones de castigo contra los puertos berberiscos, particularmente por parte de los españoles (al Cardenal Cisneros se debe la toma de Orán (1507) y a Carlos I frecuentes acciones punitivas), las luchas religiosas del mundo cristiano provocadas por la Reforma impidieron ejercer una acción conjunta contra la amenaza que para el comercio representaban estos piratas y, paulatinamente, las potencias europeas adoptaron la práctica de obtener inmunidad mediante el pago de tributos. Tal política dejaba en manos de las naciones más poderosas el monopolio del comercio mediterráneo al no poder satisfacer el tributo las más débiles.
La compra de cautivos cristianos en los Estados Berberiscos. CC
Las depreciaciones berberiscas comenzaron a declinar en 1801, en que Trípoli declaró la guerra a Estados Unidos por rechazar esta nación el pago de mayores impuestos. Vencidos en toda la línea, los piratas hubieron de firmar un tratado de paz (1805) por el que se comprometían a abolir todos los pagos anuales.
En 1812, Argelia siguió los pasos de Trípoli con parecidos resultados y la humillación, además, de poner en libertad a los cautivos norteamericanos. A continuación el héroe de estas campañas navales, el comodoro Stephen Decatur, forzó a Túnez y Trípoli a firmar tratados similares y entregar todos los cautivos cristianos, cualquiera que fuese su nacionalidad.
En 1815 el Congreso de Viena discutió el problema de Berbería sin llegar a un acuerdo que respaldara una acción conjunta. En 1816 una flota anglo-holandesa arrancó a Argelia la promesa de abandonar la piratería, pero hasta la ocupación por Francia de este país (1830) no acabó definitivamente la piratería berberisca en el Mediterráneo.
En 1881 Túnez se convirtió en protectorado francés. En 1912 Marruecos quedó dividido en dos zonas, francesa y española
A raíz de la Guerra Italo-turca (1911-12), Italia pasó a ocupar Trípoli, que, liberada del yugo italiano a consecuencia de la II Guerra Mundial, proclamó en 1951 su independencia con el nombre de Libia, y luego Túnez y Marruecos.
Etimología u origen de la palabra Berbería: deriva de los bárbaros (y no de los bereberes, entonces llamados berberiscos).
