El término beso de Judas se refiere a un acto de traición o deslealtad, simbolizando el engaño que puede ocultarse tras un gesto aparentemente afectuoso.
Esta expresión proviene de la traición de Judas Iscariote, quien besó a Jesús para identificarlo ante los soldados.
Así, un beso que debería representar amor o amistad se convierte en un signo de falsedad y traición.