Las bibliotecas del Antiguo Egipto fueron centros de conocimiento y cultura que reflejaron la importancia de la escritura en esta civilización.
A diferencia de otras culturas, los egipcios utilizaban rollos de papiro y pergamino para almacenar información.
Desde bibliotecas reales, como la del rey Nefirikere, hasta la famosa biblioteca de Alejandría, estos espacios eran vitales para la conservación de textos sobre medicina, literatura y religión, simbolizando el valor del saber en su sociedad.
bibliotecas del Antiguo Egipto
A diferencia de los babilonios y asirios, los fenicios y antiguos judíos utilizaron comúnmente rollos de papiro o pergamino y cálamos de caña en lugar de tablillas y estiletes. Por un papiro egipcio descubierto en 1900 se sabe que a principios del siglo xi a. de J.C. existía una biblioteca real fenicia. Se dice que una biblioteca palaciega del rey Nefirikere (2750 a. de J.C.) contenía papiros de medicina conservados en carpetas portátiles. Ernest Cushing Richardson (Some old Egyptian Librarians) cataloga en su obra 21 bibliotecarios egipcios, con sus nombres, fechas y datos de sus vidas, los cuales vivieron durante el periodo bimilenario anterior a la mitad del siglo xii a. de J.C., esto es, unos 500 años antes de la conquista de Egipto por Asurbanipal. Sobre la puerta de la gran biblioteca de Ozymandyas en el Ramseseun, cerca de Tebas, se había esculpido la inscripción «El Consultorio del Alma». Las más importantes colecciones egipcias fueron las bibliotecas gemelas de Alejandría, fundadas por Tolomeo I, de las que fue rival la de Pérgamo, en Asia Menor, fundada probablemente por Atalo I (241-197 a. de J.C.) y engrandecida por Eumenes II (197-158 a. de J.C.), a quien se atribuye la invención del pergamino.
Con el fin de restringir el desarrollo de la biblioteca de Pérgamo, los egipcios embargaron la exportación de papiros. Sin embargo, al ser trasladada a Egipto a fin de restaurar la destruida biblioteca de Alejandría, pudieron contarse cerca de 200000 rollos.