El biogás es un gas combustible producido por la descomposición anaeróbica de materia orgánica como residuos agrícolas, estiércol, restos de alimentos y lodos de depuradoras.
Microorganismos descomponen la materia en ausencia de oxígeno.
Compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono, puede contener trazas de otros gases como sulfuro de hidrógeno y nitrógeno.
Se utiliza como fuente de energía renovable para generar electricidad, calor en motores de combustión interna, turbinas de gas y como combustible en estufas y calderas.
El biogás es un gas combustible que se produce mediante la descomposición anaeróbica de la materia orgánica, como residuos agrícolas, estiércol animal, restos de alimentos, lodos de depuradoras, entre otros. Este proceso de descomposición se lleva a cabo en ausencia de oxígeno y es realizado por microorganismos.
El biogás está compuesto principalmente por metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), aunque también puede contener pequeñas cantidades de otros gases como sulfuro de hidrógeno (H2S) y nitrógeno (N2).
Este gas tiene diversas aplicaciones y usos. Uno de los principales usos del biogás es como fuente de energía renovable. Se puede utilizar para generar electricidad y calor a través de motores de combustión interna o turbinas de gas. También se puede utilizar como combustible directo en estufas, calderas y otros equipos que requieran de calor.
El biogás también puede ser sometido a un proceso de purificación para obtener biometano, un gas de mayor calidad y pureza que puede ser inyectado a la red de gas natural o utilizado como combustible para vehículos.
Además de su uso energético, el biogás también puede ser utilizado como fertilizante, ya que el residuo que queda después de la producción del biogás, conocido como digestato, es un material rico en nutrientes que se puede utilizar como abono orgánico en agricultura.
En resumen, el biogás es un gas combustible obtenido a partir de la descomposición de materia orgánica y se utiliza principalmente como fuente de energía renovable, tanto para generar electricidad y calor como para uso directo en equipos de calefacción. También puede ser utilizado como fertilizante en agricultura.