El término blackout (militar) se refiere al oscurecimiento de una ciudad como medida de defensa antiaérea.
Este sistema, que comenzó a desarrollarse durante la I Guerra Mundial y se intensificó en la II Guerra Mundial, implica la eliminación de luces visibles desde el aire.
Para lograrlo, se cubrían ventanas con cortinas opacas y se tomaban precauciones con chimeneas y otras fuentes de luz, ya que incluso una pequeña llama podía ser peligrosa.
Voz inglesa que significa el oscurecimiento de una ciudad para la defensa antiaérea, sistema de defensa civil que, concebido en parte durante la I Guerra Mundial, fue intensificado durante la II. Sustancialmente supone la eliminación de toda clase de luces que puedan ser visibles desde el aire. Para alumbrar los interiores era preciso cubrir los vanos con cortinas totalmente opacas. Fueron adoptadas precauciones especiales contra las chimeneas que pudieran arrojar chispas, hogares, claraboyas, y tragaluces. Los automóviles podían generalmente utilizar ciertas luces con pantalla, indispensables también para las operaciones ferroviarias, pero en ciertas condiciones hasta la luz de un fósforo o la brasa de un cigarrillo estaban consideradas como peligrosas. No fueron satisfactorios los experimentos realizados con luz ultravioleta e iluminación monocromática, aunque en ocasiones se utilizaron luces rojas y azules. En Londres, las horas de oscurecimiento legalmente prescritas variaban de acuerdo con la salida y la puesta del sol. El Gobierno estadounidense exigía un oscurecimiento parcial (brownout) destinado al ahorro de energía eléctrica y combustible. Véase Guerra aérea. Don Russell