El término blanco de Venecia se refiere a una mezcla específica en el ámbito de la química, compuesta por partes iguales de blanco de plomo y sulfato de bario.
Esta combinación es valorada en la fabricación de diversos colores, destacándose por su capacidad para proporcionar un acabado brillante y duradero.
Su uso es común en la industria de la pintura y el arte, donde la calidad del color es fundamental.