El término blanco fijo se refiere a un tipo de sulfato de bario que se produce de manera artificial.
Este compuesto es conocido por su alta opacidad y su capacidad para reflejar la luz, lo que lo convierte en un pigmento valioso en diversas aplicaciones, como en la industria de la pintura y en la fabricación de papel.
Su estabilidad y resistencia a la luz lo hacen ideal para obtener un color blanco duradero.