El término blandujo o blanduja se utiliza en el lenguaje familiar para describir algo que es blando.
Esta característica puede referirse a la textura de un objeto, como un alimento o una superficie, que carece de firmeza.
La palabra evoca una sensación de suavidad y fragilidad, y a menudo se emplea en contextos coloquiales para transmitir una idea de delicadeza o falta de resistencia.