La palabra bofes se refiere, en su primera acepción, a los pulmones, especialmente en un contexto familiar o coloquial, como en la expresión "bofes de carnero".
En su segunda acepción, se utiliza de manera figurada para describir el acto de echar los bofes, que implica trabajar intensamente o sentirse muy cansado y jadeante.
Así, esta palabra refleja tanto un aspecto físico como una connotación de esfuerzo.